Varios ministros europeos han asegurado este viernes que todavía hay varias "cuestiones legales" por resolver antes de aprobar el uso del catalán, el euskera y el gallego en las instituciones de la UE.
España ha pedido este viernes a los ministros de la UE no "secuestrar o retrasar" la oficialidad de las lenguas, pero su argumento no ha convencido a los 27 en Bruselas. Los ministros han decidido aplazar de nuevo la aprobación del uso del catalán, el euskera y el gallego en las instituciones de la UE.
Fernando Mariano Sampedro Marcos, secretario de Estado para la Unión Europea, aseguró que "todos los Estados miembros saben cómo de importante es esta iniciativa para España" y que "se trata de terminar con una discriminación". "Si España está dispuesta a cubrir los costes (...) ¿Cuál es el problema?", añadió.
No obstante, la aprobación rápida que esperaba el Ejecutivo español no se materializó. Antes del Consejo del viernes, el ministro de Exteriores de Luxemburgo, Xavier Bettel, afirmó que "no es el momento adecuado". "Entiendo completamente que para los españoles y el multilingüismo las tradiciones son muy importantes, pero realmente, realmente, no es el momento adecuado", dijo.
Hay otros asuntos más importantes, según Luxemburgo
También añadió que esta semana ha sido muy difícil para el consenso europeo. "Hemos necesitado días para acordar las sanciones (a Rusia), todavía no somos capaces de tomar decisiones sobre Israel ni tener un alto el fuego en Palestina, ¿pero aprobamos el gallego, el euskera y el catalán?", preguntó retóricamente Bettel.
También Francia expresó reservas. El ministro de Asuntos Europeos, Benjamín Haddad, señaló que se requiere mayor claridad por parte de España sobre los aspectos políticos, jurídicos y económicos del reconocimiento de estas lenguas antes de su aprobación.
Por su parte, la ministra danesa de Asuntos Europeos, Marie Bjerre, dijo que "aún persisten muchas inquietudes sobre este tema, tanto por cuestiones presupuestarias como legales".